Jesús Antonio Rodríguez Morilla
Doctor en Derecho
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Jesús Antonio Rodríguez Morilla
Se denomina “Proscenio” al espacio del escenario desde donde sube y baja el telón hasta el lugar de éste en su máxima proximidad a los espectadores.
Según los expertos de “atrezos”, su principal ventaja reside en su capacidad para presentar efectos escénicos elaborados y transformaciones cuya mecánica queda oculta al público.
Supuestamente, al igual que en otras elecciones, y recientes acontecimientos, podrían surgir ciertos grados de “mecanicidad” entre bambalinas.
Aún mantengo contactos con antiguos amigos o sus hijos, procedente de amistades consolidadas allá por los setenta en la Zona del Poble Nou en la cual residí durante un tiempo. Área, brutalmente industrial en aquella época, en la cual suponía un riesgo para la salud, inhalar el aire de sus calles.
Afortunadamente, todo ello cambió, y aún sigue conservando algunos vestigios de los setenta.
Pero, en fin, no nos apartemos del objeto de esta Columna.
Me ha parecido deducir de mis conversaciones con mis antiguas amistades, junto a otros contactos, comentarios tales, que obligan a pensar, como: “No veo suficiente maduro al sector independentista como para hacer frente a una independencia”; “Estos señores no me representan”; o “No, estamos preparados ni España ni nosotros, para estas aventuras”
Reconocen en privado que los “anhelos independentistas”, proceden de gente extremadamente joven que busca refugio ante monólogos quimeristas arropados en la realidad social.
Pero habrá que estar atentos ante posibles “chisteras, también políticas”, a las que el presidente del gobierno español nos tiene acostumbrados, recientemente, y, ante unos resultados positivos para el PSOE, los cuales supuestamente pudieran albergar distintas y significativas implicaciones destinadas al proscenio político catalán.
Es decir,la continuidad de un Sánchez, ahora henchido, al frente del gobierno estatal, expuesto como hipótesis, podrían suponer la apertura de distintos otros capítulos negociadores en el escenario político catalán, sobre un estatus de Cataluña dentro de España.
Como presidente, podría intentar abordar alguna opción sustitutoria de las independentistas, como, por ejemplo, ofrecer un mayor autogobierno o un nuevo Estatuto de Autonomía, (disfrazado o policromado), pero muy próximo a las reivindicaciones, en un intento de apaciguar tensiones y avanzar hacia una solución negociada mediante nuevos diálogos y negociaciones, pues aún hay tiempo.
Sobre lo anterior me viene a la memoria cierta vivencia con un antiguo jefe, exministro socialista, el cual al retirarse pasó al sector privado.
Le recuerdo con bastante afecto, y aún vive, pero no era un político al uso, y en cierta ocasión, charlando, me espetó: Jesús, en Política, nunca sabes en brazos de quién vas a dormir cada noche.
Confieso que aprendí bastante de sus experiencias, pero por mi parte siempre he permanecido alejado de la misma.
Bien, en las próximas fechas se nos podrían presentar unas situaciones cambiantes que por el momento son difíciles de pronosticar, pero mencionadas quedan, y que posiblemente afecten a los contenciosos conocidos, y, principalmente, a los que puedan estar aún por llegar.
Por ello, una frase conocida: “Es urgente esperar”, atribuible internacionalmente a Winston Churchill, y, en territorio nacional a Pío Cabanillas, resulta de aplicación al presente caso.
Jesús Antonio Rodríguez Morilla
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