






Vamos, dicho en Román Paladino, no constituiría ninguna transgresión del Derecho Comunitario actual.
Sin embargo, nuestro Gobierno, socios y “claque”, visto lo visto, sigue perdiendo credibilidad a raudales, e impropio a nuestros ojos, ha seguido sosteniendo hasta hace unas horas, que Bruselas le forzaba a mantener el IVA del 21%, cuando en otros Estados, ya habían efectuado las deducciones correspondientes al 4%.
Ante la indignación popular de quienes se les agotan los recursos de todo tipo, han tenido que forzar una consulta formal a la UE. no quedándoles más remedio a nuestros gobernantes que “volver grupas”, y rectificar, en esta ocasión, lo que no puede decirse precisamente que sea de sabios……..
Más bien debería decirse, en lo habitual que se ha convertido para el contribuyente, acudir a la farmacia a por mascarillas de paso que va al “Super” a comprar el pan.
Si me permiten la licencia, con relación con el siguiente Principio General del Derecho, permítanme una breve referencia:
Dicho Principio dispone de una muy antigua y rancia resonancia en nuestro Derecho.
Tiene su origen histórico en el Derecho Romano, para posteriormente ser asumido por Las Partidas de Alfonso X El Sabio, (nadie debe enriquecerse torticeramente causando daño a otro), posibilitando la reclamación reparadora.
Nuestra Jurisprudencia, docta en sabiduría, precisa cuando es de menester, mostrando tanto a la Administración como a contribuyentes, el procedimiento adecuado a seguir.
La misma, esta magníficamente ilustrada en una Sentencia de la Audiencia Nacional del 2/11/2005, en la cual, como resultado de una creciente espiritualización del derecho, sólo tiene como finalidad hacer prevalecer el valor de la justicia. Otros, suele inclinarse por de denominarla “justicia poética”.
Valor, doctrinalmente expuesto, y basado en que muchos contribuyentes vienen observando con inusitada frecuencia, contingencias que nos apartan casi a diario de la supuesta protección y cuidado qué debe dispensarnos un Gobierno.
A este paso, en este valle de lágrimas que venimos padeciendo la muerte de nuestros seres queridos, llegará también el momento en “que probablemente acabemos llorando también cuando los hombres nazcan y no cuando mueren.” (Montesquieu, lettres persanes, XL)
Jesús Antonio Rodríguez Morilla
Doctor en Derecho
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