otro nuevo escenario con similares reglas, pero como si el virus, consciente de la vulnerabilidad del ser humano, y a veces, con la inconsciente e involuntaria colaboración del mismo, se aviniera a arrullarnos previa invitación.
Resumiendo, según El Español, el coste de la energía, neto, supone apenas un 30% en la factura final qué abonan los consumidores, o dicho desde otro ángulo: un alto porcentaje de los costes no se encuentran relacionados con el suministro.
La susodicha nota, probablemente emitida con alguna intención causal, refiere que en Fondos de Cohesión se le asignaron a España en el actual marco financiero plurianual, 42.500 millones de euros, para proyectos específicos de los cuáles a finales de 2019, tenía asignados 31.785 millones (75%) y únicamente había notificado gastos por valor de 12.900 millones.
Transcurren los meses y a la espera de vacunas “milagrosas”, una gran parte de nuestras ciudades y países, ofrecen la sensación de ir acomodándose a la situación existente, llamémosla, “menos mala”, miran hacia otra dirección.